Puerto Elizabeth, Sudáfrica

Sudáfrica en 28 días de mochileo

Cape Town: La ciudad que no puedes perderte. Es como la Barcelona de Sudáfrica. Aquí te puedes encontrar un poco de todo. Hay una zona de up standing, llamada Sea Point, que da al mar y es muy cuqui. Además, tranquila, también de noche. La parte más céntrica de la ciudad es la calle Long Street. Hay bastante fiesta y pickpockers. Estuvimos 5 días, pero yendo muy con mucha calma. Lo más genial fue subir a Table Mountain, siguiendo esta ruta de Wikiloc.

En el centro del barrio Sea Point con Lion's Head de fondo
Vistas de Cape Town desde Table Mountain

Stellenbosch: Psss... si quieres ver viñedos supongo que puede estar guay. Pero nosotros estuvimos un par de días y nos sobraron tres. El centro es súper pequeño, el jardín botánico es más feo que algunas calles de otros pueblos... Bueno, Anna dice que en el jardín botánico vió un Bambi pero Roc cree que fue un efecto secundario del Lariam, el fármaco para prevenir la malaria.

Roc escalando el árbol más bonito de todo el pueblo

Hermanus: Un pueblo costero bastante guapo dónde hay dos atractivos: el bucear con los tiburones, y un paseo junto al mar super largo. Nosotros nos decantamos por la caminata por la ruta costera. La estancia estuvo guay también por el alojamiento, en Hermanus Backpackers. Si vais, ¡dadle recuerdos a Jog el perro!

Inicio del camino de ronda de Hermanus
Vistas de la bahía de Hermanus

Swellendam: ¡Buah! Un pueblo lleno de viejos y pijos. En sí no tiene nada, a parte de ser el primer pueblo dónde te sientes seguro de toda la ruta del BazBus. Como nosotros estamos fuertes y somos sanos, un día subimos a ver las cascadas de la reserva natural de Marloth (link al post), y otro día subimos hasta la cima del Twaalfuurkop. Fueron 8 horas de caminata. Ojo. Si no te gustan las excursiones... no es tu pueblo. En todo caso, por favor, dormid en los cottages de Mountain View. David nos trató que flipas, y que menos que mencionarlo aquí. 'Morning, Rocky!'


Cuqui iglésia de Swellendam
Anna en la cascada de Marloth
Roc en la cima de Twaalfuurkop

Mossel Bay Mossel Baai (en afrikáans) o Mossel Braai (en antiviajencio): Otro pueblo costero super cuqui, con un montón de actividades por hacer que nosotros ignoramos. Hay una senda junto al mar de unos 15km's. Fotacas.

Nuestro cuqui barrio alemán en Mossel Bay
Piscinas naturales en la playa de Mossel Bay Point
Camino de ronda con vistas al mar

George: Hasta ahora todos los pueblos a los que hemos estado eran muy europeos, era como vivir en cualquier pueblo o ciudad de Inglaterra o Alemania. Vale sí, estamos en una colonia inglesa, pero antes de la colonización vivía gente en este país, ¿no? ¡Queremos verla! Al fin, hoy hemos sentido el cambio de continente, hemos llegado al pueblo de George, y nos hemos llevado una sorpresa. El hostel en el que dormimos está apartado del centro de la ciudad, y por aquí no hay Uber ni parece que haya taxis, así que hemos tomado el transporte público y... ¡yeah! Bienvenidos a África. Ya hemos subido en el típico autobús público que todos hemos visto en reportajes y documentales llenísimo de gente autóctona y sólo dos caucásicos, ¡nosotros!

Autobús de Blanco al centro de George
Nuestra mejor experiencia en George fue ir a Oteniqua Nature Reserve, un bonito bosque donde por primer vez en nuestra vida vimos serpientes. ¡Aaaah!

Anna saludando a la cámara pero queriendo escapar de las serpientes
Frondosa pineda en Outeniqua Nature Reserve

Oudtshoorn: No tenemos opinión. Nos lo saltamos. BazBus no pasa por ahí, y tienes que montártelo a tu rollo para llegar. Está a 64km de George, así que nos íbamos a dejar 30€ de Uber en ir, y otros 30€ en volver... y a ese ritmo nunca llegaríamos a Barcelona.

Wilderness: Un pueblo pequeño que rodea un lago. No te lo puedes perder. Muy, muy verde. Casi obligado que aquiles un kayak y hagas nuestra rutita de Wikiloc. Nosotros nos alojamos en un sitio que pssss... así que no te lo mencionamos.

Lago de Wilderness
Roc remando y Anna contemplando el paisaje desde el kayak
Roc diciendo ¡Holi! desde las rocas de la cascada sin nombre
Gente bañándose en la cascada 

Knysna: Una ciudad. En el centro, es muy ciudad, y más hacia las afueras, es menos ciudad. Pero es una ciudad. Nosotros estuvimos dos días en Knysna, y nada, a dar vueltas sobre asfalto. Hay una zona turística en una isla a la que se llega por un puente, llamada Thesen's Island, que está repleta de turistas y restaurantes. Pero solo podrás ir a la zona turística, porque el resto de la isla es una zona residencial, separada por una valla y muchos seguratas armados. Muy upper.

Vista a Thesen's Island desde el puente Knysna

Plettenberg Bay: Un pueblo súper guapo. Un must. El pueblo es tranquilo, por las noches no salen zombies, hay de todo, y si te alojas en el recomendadísimo Albergo for Backpackers, estarás en el centro. Cenamos en el L. M. in Plett, un restaurante mozambiqueño que nos servió un plataco de bichos del mar increíble. Con la ración de una persona cenamos los dos. Sobre la aventura que se puede hacer ahí: una caminata desde vuestro albergue hasta la reserva natural de Robberg. ¡El día fue tan espectacular que le dedicamos un post entero!

Calle de Albergo Backpackers con el mar de fondo
Bonita playa de Plett
Vistas de la bahía de Roberg Nature Reserve
Playa de la pequeña península de Roberg

The Crags
: Si buscas en Google Maps no vas a encontrar nada. Se trata de una zona en el oeste de la reserva natural de Tsitsikamma, la más bestia de la Garden Route. Verde, verde, superverde. Nosotros nos alojamos en el Wild Spirit Backpackers, una especie de comuna hippie y pija a la vez. Si vas, cena en el albergue y desayuna en la Natures Way Farm Stall. ¡Y habla con alguien del albergue para que te lleve a hacer esta ruta de Wikiloc! Ellos ya saben cuál es, porque a nosotros nos la dieron en papel, y nosotros la digitalizamos en Wikiloc, jijiji

Anna bajando por el camino verde, verde, super verde
Bahía de la reserva de Tsitsikamma, con suelo de roca negrísima
Anna, Olivier y David perdidos por Tsitsikamma
Anna posando con la playa secreta de fondo, después de encontrar el camino

Stormriver: El pueblo es pequeñín, pocos restaurantes, y pocas cosas que hacer por libre. Si os gustan las actividades de aventura, Stormriver os propone el tubing: meterse en un donut hinchable río abajo, en medio del parque nacional Tsitsikamma. Nosotros nos alojamos en el Tube'n'Axe. Si vais, os aconsejamos que os alojéis en una de las tiendas de campaña que tienen montadas con cama doble. Sexy.

Pezoncito de la montaña asomando entre las nubes de Stormriver
Restaurante temático de los años sesenta

Jeffreys Bay: Una ciudad costera centradísima en el surf. Muy surf y mucho surf. Y tiendas de surf, y olas, y mar, y surf. Si te gusta el surf, pasa aquí unos días. Si no, simplemente pasa.

Port Elizabeth: Como nosotros somos poco de ciudad, no nos encantó. Cuando vuelves a la urbe, vuelves a las verjas de seguridad, a que te digan cositas por la calle, a que a las 19 horas ya oscurece, y cuando oscurece tienes que volver a casa. Lo salvó el alojamiento, 13 Newington Place, que además, está cerca de una zona de restaurantes muy cuqui. Un pelín cara.

Sushi de infarto cerca del hotel
Nuestra piscina en Newington Place
Anna posando en el edificio más cuqui de todo Port Elizabeth, cerca del museo de Nelson Mandela


Addo: ¡El parque nacional de los elefantes de Addo! Es genial. Tan genial, que le hemos dedicado un post entero con un montón de fotos y vídeos.

El elefante más marrón de todo África
Tres cebras posando para esta preciosa foto

Nuestra ruta por Sudáfrica en 28 días

Plettenberg Bay, Sudáfrica

Plettenberg Bay ha sido bestial

Hoy ha sido uno de los mejores días en Sudáfrica. Casi, casi casi casi, casi no hemos echado de menos Barcelona, su internet de fibra óptica y el microclima causado por la alta contaminación. ¿Y dónde ha sucedido tal espectáculo? ¡En Plettenberg Bay! Un pueblo grandecito con unas cuestas de la parra, con moderados armed response y que da directamente a la playa.

Vamos a describir este bonito día como lo hacen los bloggers típicos de los que siempre queremos diferenciarnos. Hoy, no somos nadie. Basta ya de decir que viajar no mola... aunque mañana lo volveremos a hacer.

El tema es que hemos pasado dos noches en un albergue para mochileros bastante guapo que se llama Albergo for Backpackers. Está en el centro del pueblo, al lado de restaurantes bestiales, y aún más importante, un supermercado grandecito. No os lo hemos contado, pero vamos al súper dos o tres veces al día. Como estamos del rollo minimal, que está tan de moda, cuando no te falta crema solar te falta un mechero. Mira, dos conceptos que tienen en común el quemarse, que es como estoy yo ahora, con la piel al rojo vivo del solecito que cae por aquí.

Al rollo: uno de los must de Plettenberg Bay es la reserva natural Robberg. Está a 7 kms del albergue. Playa a través. Vamos, que como pintaba genial ir andando y a ver qué encontrábamos, pues lo hemos hecho.

Y ha sido bestial.

Al llegar a la playa, hemos visto que había un montón de gente en la orilla. Al cabo de unos minutos, hemos visto como alguien entraba al agua corriendo, y salía con un pez, cachondeándose muy fuerte. ¡Pescan con las manos! Al cabo de un rato, hemos hablado con un local, o nos ha hablado él, porque aquí a la que miras a alguien te explica su vida en medio minuto. Nos ha explicado que él lleva cinco años viniendo a pescar a esta playa, y que nunca había visto algo tan loco como lo que estaba pasando hoy. Se ve que el agua estaba tan fría, que los peces salían del mar. Applause! Y claro, a la que se avistaba un pez, ya había alguien corriendo para atraparlo. Ha sido muy loco. Pensad que yo soy bastante de ciudad. No entiendo mucho por qué a veces lo llaman pescado y a veces pez, porque yo siempre lo he visto o en un plato o en el acuarium de Barcelona. ¡Oh, Barcelona! ¿Aún piensas en mí?



Llegados a la reserva natural, hemos flipado de que es muy cuqui y tal... pero claro, ya es lo que te esperas de una reserva. Cosas increíbles, pero llega un momento que es difícil sorprenderte. Pues bueno, aquí hemos alucinado. En medio de la reserva, cuando te encuentras a unos 100m de altura, te encuentras con un camino de arena fina, de playa, que transcurre haciendo altibajos y termina directamente en la orilla del mar. Piensas que esa arena la han traído en helicóptero o algo así. Como el camino hace unas pendientes bastante fuertes, puedes bajar por las dunas corriendo, en ese punto que no sabes si estás riendo de que lo estás pasando genial, o porque sabes que si te caes, vas a hundirte en la arena mientras haces volteretas sin control. Bestial, bestial. Mira que somos aburridos, pero os recomendamos que dejéis lo que estéis haciendo ahora mismo (¡cerrad el Chrome!) y vengáis 'paquí. ¡Ah! Os hemos hecho una ruta de Wikiloc para que lo tengáis fácil, ¡así que a comprar un vuelo!



De vuelta al albergue, de nuevo por la playa, ya casi no quedaba nadie pescando. Todos los peces locos ya estaban congelados o cocinados. Total, que estábamos bastante solos, y nos quedaban unos 7 kilómetros por delante. Pintaba largo. Cansado. Pero nope.

¡Nos hemos encontrado un pez globo! Y el story está siendo una revolución en nuestro Instagram.

¡Nos hemos encontrado un pez gato! O eso nos han contado, y dicen que la aleta superior era venenosísima. ¡Uuuuh!

¡Nos hemos encontrado un tiburón pequeño! ¡Con una cara de mala leche de cuidao! Como estaba varado en medio de la orilla, nuestro impulso benevolente, hippie y mochilero nos pedía que de algún modo lo lleváramos al agua... pero no habían pelotas de tocarlo. Así que lo hemos estado mirando y también asustando a las cigüeñas de por allí hasta que ha llegado una ola y lo ha salvado. Pero la mirada de tiburón asesino... uf. Acojone.



¡Nos hemos encontrado un montón de focas! ¡Pero focas de verdad, de las que nadan y saltan y viven salvajemente en el final del desfiladero de Robberg! Y nos hemos quedado loquísimos al ver lo rápido que nadan. Parecen delfines. Si eres miope o tomas Lariam, seguro que puedes confundirlas y todo.

¡Nos hemos encontrado una araña que ha salido de debajo de la arena! ¡Ugss! ¡Casi la piso!

¡Nos hemos encontrado a un pez más feo que mandar a la abuela a por droga!



¡Nos hemos encontrado una serpiente mediana! Pero eso fue el otro día. Se me quedó mirando, y cuando se acercó un poco con su lengua de szszszszserpiente me moví hacía atrás y me caí, como en las pelis.

¡Nos hemos encontrado una serpiente enorme! Y aunque también fuera el otro día, era negra y gorda y grande y ¡uf! Qué acojone.

Total: venid a Plettenberg Bay. Es difícil decir que qué palo turistear sin prisa y hacer el cachondeíto de "mierda, otra vez lunes" cuando ves lugares y animales tan alucinantes como los que hemos visto hoy.

¡Que cerréis el Chromeee!