Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Japón. Mostrar todas las entradas

Zamami, Okinawa, Japón

Guía de viaje de Japón

¡Bienvenidos a Japón! En esta guía hay los aprendizajes de no uno, sino tres viajes a Japón. En 2016, vinimos a Japón los dos por separado, y dos años más tarde, hemos vuelto juntitos y revueltos. Los dos primeros viajes fueron por el Japón típico, haciendo una ruta enorme con el Japan Rail Pass, y este último viaje está siendo por Okinawa, con mucha calma.

日本にようこそ


La cultura y las personas

Si vienes a Japón porque crees que será como en las películas de Studio Ghibli, que sepas que los japoneses son más como el padre de Shin Chan.

En todo caso, Japón es enorme, y enorme es la diferencia entre diferentes zonas de Japón. Y también entre distintas edades. En las ciudades, vas a ser un turista más, sobretodo para los jóvenes. En cambio, en los pueblos o en el monte, serás la persona más bienvenida del universo. A lo mejor lo más característico de Japón están siendo los viejecitos súper amables y amorosos con los que nos estamos cruzando. Son como los del manga, y te hablan y te miran muy felices, ¡y en Okinawa incluso le regalaron una flor preciosa a Anna!

¡Amor en una flor!


La economía y los dineros

Ui, muy loco este apartado. Por una parte, muchos comercios en Japón sólo aceptan cash: gran parte de los restaurantes tradicionales, pequeños supermercados, hoteles modestos... y por otra parte, ¡este será el primer país en 10 meses que podremos pagar con el móvil!

Algo que te entristecerá: encontrar ATM's no es difícil, pero aplican una comisión. En nuestro caso sólo fueron 216¥ (1,69€) de comisión por retirada. Como máximo, puedes sacar 50.000¥ cada vez, que son unos 390€. Como somos unos lumbreras, deducimos que si aplican comisión lo mejor es sacar el máximo permitido cada vez, así que sacamos cash sólo dos veces, 100.000¥ en total.
¡Paga todo lo que puedas con tarjeta! Nosotros hemos utilizado siempre Revolut, 19 meses viajado sólo con esta tarjeta, y ahora, ya en casa, la seguimos utiliando.

Presupuesto

Vivir en Japón durante 17 días nos ha costado 1.407€, que son unos 83€ al día.

Los vuelos de Seoul a Naha costaron 145€ en total, y el de Naha a Taipéi, 93€ en total. Siempre precios por pareja. ¿Que es esto de pensar como individuos, loco antisistema?

Seguridad

Japón es otro de los países que hace que sintamos vergüenza ajena de Europa. En Japón es normal ver coches en el parking con las ventanas bajadas, móviles encima de las mesas... de todo. Por lo que a nosotros respecta, nunca antes habíamos estado haciendo snorkel durante tantísimo tiempo, con todas las cosas en la toalla, sin preocuparnos de que nadie nos lo vigilara.

Ostras, algo que también nos ha sorprendido un montón de Japón: no es extraño ver puestecitos callejeros autoservicio. No te lo imaginas, ¿eh? Pues pongamos que estás en la montaña, en medio de la nada, y pasas cerca de una vieja casa. Pues puede que al lado de la puerta haya un cubo lleno de paraguas, y al lado una pequeña nota que dice 1 paraguas = 1.000¥. Si quieres un paraguas, lo pagas, lo cojes, y ya. ¿Por qué no todo el mundo es así?

¿Será por los 60.000.000.000€ perdidos del rescate bancario en España? ¿Será por el caso Nóos? ¿Por el caso Pujol? ¿O por la Amnistia Fiscal española? ¡Oh! Más info de los casos de corrupción, en esta fantástica web!

Idioma

En Japón hay muchísima gente que no se defiende demasiado con el inglés, pero seguro que os entendéis con señas. Nuestra comunicación en Japón consta de dos puntos: muchas, muchas, pero que muchas reverencias con muchas repeticiones, y tres palabras mágicas:

Konichiwa = ¡Hola!
Arigato = ¡Gracias!
Sori = ¡Lo siento!

Como en todo el mundo y todas las civilizaciones, con sólo estos gestos harás que los japoneses te abrazen muy fuerte en su tierra.

Transporte

Como hemos estado dos veces en Japón, podemos comentarte que el tema transporte depende de la zona por la que te muevas.

Si estás por Okinawa, como nosotros ahora mismo, el tema está chungo: en Okinawa no hay tren. Para moverse por la isla principal sólo lo puedes hacer en coche de alquiler, que vale unos 40€ al día, o en autobús, que vale unos 15€ desde Naha hasta Motobu, media isla. Si tienes la genial idea de ir a la isla Zamami, el ferri vale 2.120¥ (17€) por trayecto.

El mapa del autobús de Naha. Todo en japonés. ¡Ayuda!

En cambio, si tu idea es moverte por Japón mainland, tal como te comentamos en la ruta por Japón en 15 días de mochileo, si quieres moverte un poco, necesitas el JR Pass. Es un pase para una, dos o tres semanas, vale 227€, 362€ y 464€ respectivamente, y te da derecho a cojer todos los trenes de alta velocidad que quieras. Si quieres darle un vistazo a la web oficial, aquí te la dejamos.

La comida

La primera vez que vinimos a Japón, la comida era lo que más nos fascinaba. En Barcelona, ciudad natal y cosmopolita a la vez, abundan los restaurantes japoneses, y además, muchos de ellos se especializan en una cocina muy concreta. Si nos conocéis en persona ya sabéis de lo que estamos hablando: ¡el ramen! Roc es adicto al ramen. Nunca tuvo vicios, así que le dió por ahí. ¡Al menos es un vicio sano!

Oh my! El ramen enorme del Keijiro, en Naha!

Retomando el hilo: en Japón no se come tanto sushi como os imagináis. Y además, tampoco nos gustó tanto como el que comemos en casa. Suponemos que el nuestro está adaptado a nuestros paladares. En Japón se comen peces muy extraños, y además, en vez de abundar el sabor fácil del salmón, el pescado más popular es el atún, y además, tres partes distintas del pescado: la parte más magra, la parte más grasienta, y la que vendría a ser mitad y mitad. Nunca antes habíamos probado la parte grasienta del atún, y es increíble: parece la grasa del jamón. Y no lo probamos en un restaurante de categoría, eh... más bien en una especie de cadena de sushi.

A parte, en Japón mainland encontraremos mucha carne: muchos yakitoris, que son una brocheta de pollo bastante simple, algunos ramen muy variados, takoyakis, unas bolas de pasta frita con un trocito de pulpo dentro... Y la súper experiencia culinaria que disfrutó Anna: ir a un restaurante de ternera en Kobe! Si tenéis tiempo y presupuesto, os recomendamos ir a Steakland, y aquí tenéis su web y su ubicación en Google Maps. El precio ronda entre 2.000¥ y 5.000¥, que tampoco es tantísimo por la experiencia que te llevas.

Para terminar la sección, hablaremos de la cocina en Okinawa. Tras leer el famosísimo libro Ikigai: el secreto japonés para vivir más y mejor, lo que esperábamos de esta zona tropical japonesa eran muchísimos viejos comiendo un montón de verdura y fruta, y carne sólo una vez a la semana. En cambio, lo que hemos encontrado son muchas sopas de fideos con algo de verdura y mucho cerdo, katsukare, que es cerdo empanado con arroz y curri, pollo empanado con un toque de ajo, ensalada de soba y cerdo, muchos tonkotsu ramen distintos con caldo de pollo y cerdo, aderezados con chasu, que es cerdo... bueno, ya os hacéis a la idea. La expectativa era que Okinawa fuera un paraíso veggie, y nos hemos encontrado el sketch del spam.

El agua

Es tan seguro, que incluso los owners de los hoteles nos han dicho que no tengamos reparo en rellenar botellas con el agua del grifo. Así que. ¡a bebérselo y comérselo todo!

Sanidad

Ni en Japón mainland ni en Okinawa tuvimos la necesidad de ir a un hospital, pero esto no es África. Seguramente los hospitales del seguro de viajes serán mucho más pijis que los que visitas en casa. ¡Bueno, al menos, nosotros...!

Internet

En Japón está prohibido ofrecerles tarjetas SIM con llamadas a los turistas, así que sólo ofrecen SIMS con internet, sin llamadas. Si ya te va bien porque sólo quieres internet, hay dos opciones: o alquilar un wifi portátil con internet ilimitado durante un mes que vale unos 140€, o hacer como nosotros, y comprar una SIM sin llamadas, con 5GB de datos durante un mes, por 27€. Ambas cosas las puedes hacer en el aeropuerto. Nosotros lo hicimos en el pequeño aeropuerto de Naha, así que en un aeropuerto de los principales, como Tokio o Osaka, habrá aún más oferta, y a lo mejor, también mejores precios.

Visados

¡Somos europeos! No hace falta pagar nada. Por otra parte, en inmigración, nos preguntaron muchas cosas tanto a Anna como a mí. Que si ya habíamos estado en Japón, en qué aeropuertos aterrizamos y a qué venimos... si no sois mala gente no tiene por qué preocuparos, pero os lo decimos para que no os la juguéis, y compréis un vuelo de salida del país. Si no lo tenéis, puede que no os dejen entrar. En otros países nos dejaron entrar sin tenerlo, pero aquí en Japón respiramos un poco de tensión con el tema, y suerte que no nos la jugamos.

La ruta

¡Exclusivo de Japón! Te ofrecemos dos rutas, una por Japón mainland y otra por la isla tropical de Okinawa.

La de Japón mainland es tan completa, extensa y llena de fotos y recuerdos, que tienes que ir a leerla entera en este post a parte. Le hemos dedicado muchísimo amor, y lo vas a notar en el cariño que le pusimos en apretar cada una de las teclas que escribieron el post.

La de Okinawa es muy fácil y resumible: aterrizar 3 días en Naha, pasar 6 en la preciosísima isla Zamami, otro día en Naha, 3 más en Nago incluyendo una escapada a Cape Hedo, 3 días más en Motobu, un pueblo algo aburrido, una última noche en Naha, ¡y a volar a Taipéi!

¡Tanta peli y tanto rollo y nos encontramos a Nemo en Zamami!


¿Volveríamos?

A lo mejor a Japón mainland sí, pero a Okinawa no. En Okinawa hemos encontrado los mejores arrecifes de coral hasta la fecha, pero creemos que en Filipinas van a ser aún más bonitos. Y además, moverse por Okinawa ha sido difícil, caro... oh, y Japón mainland es aún más caro, así que... en principio ya nos hemos quedado a gustito con Japón por muchos años.

Arigato, Japón. ¡Y gracias por el pescado!

Naha, Prefectura de Okinawa, Japón

Los mejores ramen del mundo


Os vamos a confesar un secreto: desde que Roc probó el Ramen-ya Hiro por primera vez, ha sido un enamorado del ramen en concreto, y de todas las sopas en general. Así que, cómo no, en nuestra pequeña vuelta al mundo, Anna ha ido soportando que Roc quisiera probar la mayoría de restaurantes de ramen que había alrededor... y no han sido pocos.

Por amor al blog y al contenido de calidad que nos caracteriza, vamos a publicar sólo los que más nos han gustado. Por poner un ejemplo: durante los últimos tres dias, hemos comido ramen los tres. Pero vamos a hacer un esfuerzo sobrehumano, y sólo os vamos a dar la turra con el mejor de todísimos. ¡Y todo esto, por vosotros!

Downtown Ramen   Cape Town, Sudáfrica

El primer ramen de nuestro viaje y uno de los que siempre recordaremos. A este restaurante se entra a través de unas escaleras que están tras la barra de un bar. Tan sólo ofrecen dos ramen, el de shoyu y el de miso picante. Los dos súper potentes, pero aún más increíble era la carne. ¡Link a Google Maps!

Foto cedida amablemente por ramenaroundtheworld.com

Yokozuna   Hong Kong

En Hong Kong hay mucho, mucho ramen. Tras decepcionarnos con uno que tenía una estrella Michelín, seguimos con la cabeza bien alta hasta que encontramos esta maravilla. Un ramen muy tradicional: tonkotsu y shoyu. Os dejamos un video para que veáis cómo lo preparan, súper curioso. Por supuesto, una cocina súper perqueña, y dos cocineros súper coordinados. ¡Link a Google Maps!


Domodazzi Ramen   Seoul, Corea del Sur

Esta es una historia muy freak: cuando llegamos a Seoul, vimos que cerca del hotel dónde nos hospedábamos estaban haciendo obras. Al día siguiente, vimos que era un restaurante de ramen. Al otro, preguntamos cuando abrían, y al cabo de cinco días, ¡ahí estábamos para inaugurarlo! La carta ofrecía cuatro ramen diferentes, pero los más locos fueron tonkotsu con albahaca, y tonkotsu con gamba. ¡Link a Google Maps!

El ramen albahaca, el de tonkotsu, y lo mejor para el final: Anna

Keijiro   Naha, Japón

¡Espectacular! De los cuatro ramen que probamos en Naha, sin duda este es el mejor. El caldo es súper denso; tanto, que te sirven un poco de caldo suave para que, si quieres, lo rebajes al gusto. Lo más difícil es la comunicación: en Okinawa hablan muy poco inglés, y además, para pedir, no puedes simplemente señalar una foto en la carta: tienes que pagar con una máquina de autoservicio que hay en la entrada (¡video aquí!), y por supuesto, sin fotos y en japonés. ¡Link a Google Maps!

El ramen más completo del restaurante, y una nota muy bonita del camarero

Nagi Ximen   Taipéi, Taiwán

En Taiwán nos encontramos con una experiencia que ya vivimos en Hong Kong: pedir exactamente el ramen que quieres marcando cosas en un papel. ¿Sabor suave, medio o fuerte? ¿Cuánto ajo? ¿Qué fideos? En este caso, uno de los ramen que ofrecían era uno que no habíamos visto nunca: ramen con tinta de calamar y una bola de trocitos de marisco que no supimos identificar muy bien. Este no es uno de los ramen más geniales del universo, pero la verdad es que fue el más loco tras diez meses de viaje. ¡Link a Google Maps!

¡Edit! Tras viajar unos cuantos meses más, nos hemos encontrado con más Nagi Ximen. ¡Resulta que son una cadena! Siempre con el mismo estilo, misma imagen y parecido precio, aunque en distintas divisas. Y sí, tras unas semanas en Filipinas, nos sentó tan bien encontrarnos con uno de estos ramens en el aeropuerto de Cebú...

Roc a la izquierda, y Anna a la derecha. ¡Uno más atrevido que el otro!
Un ramen con tinta de calamar y un tonkotsu simple y fuertecito

Taro's Ramen   Brisbane, Australia

¡Oh, qué descrubrimiento en el centro de Brisbane! Uno de los ramen más sofisticados que hemos probado nunca. Su tonkotsu tiene mucho cuerpo pero es muy suave a la vez, y aunque no lo ponga en ningún sitio, con un punto de aceite de trufa que queda excelente. ¡Oh! Y fuimos mil veces con nuestros amiguitos d'El Viatge de la Lluna, a probar todos y cada uno de los caldos que servían. ¡Y hay varios por toda la ciudad! Sería lo mejor de Brisbane... ¡si no fuera por Lluna!

El Tonkotsu para Workers, ¡ahora con más fideos!
Oh yaaas Shoyu Ramen

Y ahora, vamos a apagar el portátil y a coger energía... para... ¡buscar más ramens mañana! ¡Aunque por las Américas está la cosa difícil!

Tokio, Japón

Japón en 15 días de mochileo

Esta es una guía de un viaje anterior a ANTIVIAJE. Pero como los dos protagonistas de este blog hemos estado en este bonito país, nos hemos animado a escribir una ruta compartida. Principalmente, la ruta es la que hizo Anna pero hemos añadido cositas que creemos muy interesantes de la ruta de Roc. Konnichiwa!

¡Bienvenidos a Japón!
El país del sol naciente, al que todo el mundo siempre le tiene tantas ganas. Y es para tenerlas, porque nosotros hemos estado y volveríamos ahora mismito sin pensarlo. Vale que hay freaks y máquinas recreativas y cómics y gente trabajando mucho, pero no es para tanto. Esa imagen que tenemos se la debemos a Tokio pero Japón es muchísimo más. Los templos, los barrios más tradicionales, las religiones, los onsen... ¡la comida! Ya se nos hace la boca agua, uffff.
Venga, al lío, ¡aquí tenéis el recorrido que hicimos para que lo flipéis un rato! 



Tokio

La enorme capital de Japón, la ciudad más poblada del mundo.
¿Qué contar? Pues que está llenísimo de japoneses, algunos muy bien educados y otros no tanto. Por la mañana, cuando te cruzas con ellos en el tren o en el metro no te rozan ni un milímetro pero por la tarde la historia cambia. Beben muchísima cerveza al salir del trabajo y se vuelven un poco infantiles.

Un señor durmiendo la mona tras unas birrillas con los colegas

Tokio es una apabullante ciudad donde se mezcla lo tradicional con la moda más puntera. Llena de figuritas manga, karaokes, cómics, ryokanes, bares de cervezas, tiendas de electrónica, templos, restaurantes buffet libre, más cómics, rascacielos, centros comerciales, ramen, aún más cómics, preciosos parques... Infinitas posibilidades dentro de un perímetro de unos trece mil quinientos kilómetros cuadrados.


Tiendas con mil millones de Totoros, ¡por fin!

¿Qué visitar en Tokio?


Hay muchísimos barrios que visitar en Tokio. Como solo íbamos a estar cuatro días en esta enorme ciudad hicimos una selección. El primer hotel estaba en Asakusa, así que estuvimos una tarde paseando por esta bonita zona tradicional con casitas bajas. 

Al día siguiente, visitamos el barrio de Shinjuku, la zona comercial donde se encuentra el cruce más famoso de todo Tokio y la estatua de Hachiko.

Hola desde Tokio, aquí la típica foto
Hachiko adornado, ¿queda cuqui verdad?
Esto es lo que se come en un buffet libre japonés, a nosotros no nos pareció tanto
Shinjuku, el cruce más transitado del mundo
El próximo día Harajuku, el barrio más extravagante y de moda de todo Tokio donde Anna compró un montón de ropa y Sonny Angel. Y también hicimos un poco de turisteo visitando la Tokio Tower y la Tokyo Skytree.

Takeshita Street, en el barrio de Harajuku, llenísimo de fashionistas

Las primeras tres noches en Tokio nos alojamos en Richmond Hotel Premier Asakusa International.


Piso veintiuno de Richmond Hotel Premier, Tokio

Pasados 10 días, a la vuelta a Tokio después de toda la ruta por Japón, estuvimos solo en Akihabara. El barrio más freak, lleno de muñequitos, manga y anime. Le dedicamos un día entero ya que teníamos muchos encargos de amigos y muchas ganas de comprar figuritas.

Akihabara, el barrio más freak de Tokio
Las coloridas calles de Akihabara
Salón de máquinas recreativas infinito

Y en este barrio freak, nos alojamos en Super Hotel Akihabara Suehirocho.

Vistas de la Tokio Skytree desde nuestro hotel en el barrio de Akihabara
Zapatitos de geisha, compra capricho de Anna


Kioto

A dos horas y cuarenta minutos en shinkansen desde Tokio está la antigua capital nipona, Kioto. Una ciudad cargada de santuarios sintoístas y templos budistas, pequeñas calles de casitas bajas cerca de un bonito canal y barrios de geishas.

Nosotros solo pasamos una noche así que hicimos un recorrido express. El día de llegada fuimos al barrio de Gio, barrio de las geishas, y paseamos por la calle Shirakawa, disfrutando de las vistas al canal. Muy preciosito todo. Por la tarde cogimos un tren dirección Fushimi Inari Taisha, el santuario sintuísta más grande de todo Japón.

Entrada al Fushimi Inario Taisha
Parada en uno de los templos que hay a medio camino

Típica foto con los torii en Fushimi Inari Taisha
No todos los toriis del templo son rojos, algunos son de bambú

La mañana siguiente cogimos otro tren dirección Arashiyama para ver el templo de Tenryuji y el precioso, y más famoso, bosque de bambú.

Esperando el tren que nos lleva a Kioto
Entrada al templo de Tenruji

Bosque de bambú Arashiyama

Kioto tiene mucha oferta de alojamientos de estilo tradicional. Una experiencia única y muy aconsejable es dormir en un ryokan. Es una casa tradicional japonesa convertida en hotel, donde duermes en los colchones típicos, futón, sobre suelo de tatami. De día los futones están guardaditos y puedes estar tranquilamente sentado en la habitación tomando té, y por la noche te preparan los futones para dormir sobre el suelo de paja. Nosotros nos alojamos en este precioso ryokan llamado Nishikiro.

Entrada al ryokan Nishikiro 
Onsen no utilizable llenito de carpas gigantes
Futones en el suelo preparaditos para dormir

Nara

Antigua capital de Japón en la época medieval. Es una ciudad tradicional de la región de Kansai llena de templos y santuarios. Nosotros estuvimos solo una mañana y fue suficiente. Visitamos el templo de Todaiji y el parque de los ciervos. En la calle principal, la que lleva de la estación de tren al parque de Nara, hay dos pastelerías que hacen mochis. Es super divertido ver como compactan la masa mocosa de color verde y la rellenan de pasta de judía roja. Todo un show.

Llegada a Nara, Anna abrigada por el frío que hacía en el tren
No recordamos el nombre de estos bollitos pero están en muchos puestos de Nara, riquísimos
Acariciando los bambis de Nara, no todos son así de buenos

Comiendo makis vegetales de soja con calamar a la barbacoa, edamame y tempura de verduras

Por la noche llegamos a Kumamoto y dormimos en JR Kyushu Hotel Kumamoto, auqnue ahora parece que está cerrado.

Este hotel era de paso, nos venía super bien porque estaba encima de la estación de JR. Llegábamos por la noche y salíamos a primera hora de la mañana. Solo tenemos esta foto...

Despliegue de la mochila en la habitación, caos

Hiroshima

Creemos que en Hiroshima no durmimos ni una noche, pero para Roc fue lo que más le marcó de Japón: ve, sí o sí o sí o sí, al Hiroshima Peace Memorial Museum, el museo que explica cómo sucedió y qué consecuencias tuvo la bomba nuclear estadounidense en la ciudad. También sí o sí o sí o sí, visita el museo con audioguía. Hay muchas cosas increíbles que no vas a entender si no te lo explican, y merece un montón la pena. A partir de ese día, Roc es una persona diferente.

Takachiho

Santuario de la naturaleza, lugar precioso y muy poco conocido. Se encuentra en Kyushu, la tercera isla más grande del archipiélago nipón. La garganta de Takachiho es un estrecho cañón por el que discurre el río de agua cristalina de Gokase. Hay un recorrido hasta el mirador, para ver el río desde arriba y además hay la opción de alquilar una barquita y navegar por el río junto a las pequeñas cascadas que se forman en los laterales del cañón.


Vistas al río desde el mirador de Takachiho
Anna sentadita en el mirador

Paseo en barquita por el río

Ramen diferente, se pescan los fideos por el canal metálico que cruza las mesas

Kagoshima

Kagoshima es una ciudad situada en el extremo sur de la isla de Kyushu y es muy poco concurrida por los turistas. Nosotros pasamos dos noches, ya que nos servía de base, antes de marchar y al volver de la isla de Yakushima. Nuestro objetivo principal del viaje a Japón.

Lo más interesante de Kagoshima es el volcán Sakurajima, un volcán activo del que sale humo y ceniza todos los días.

Volcán de Kagoshima sacando humo, parecen nubes pero es humo
Vistas al volcán desde la habitación
Este hotel no tenía ni piso 4 ni 9. ¡Qué cosas!
En Japón, ¡no todo es sushi! Comen mucha carne, en forma de brochetas y  también les gustan mucho los restaurantes con barbacoa incorporada en la mesa. 

Quizás la mejor carne que hayamos comido nunca

La noche antes de ir a Yakushima dormimos en JR Kyushu Hotel Kagoshima.

Habitación bastante grande para la media en Japón

Y la noche de vuelta de Yakushima dormimos en Solaria Nishitetsu Hotel Kagoshima.
Anna cargando la mochilita en las calles de Kagoshima
Llegando al puerto donde se coge el ferry que nos lleva a Kagoshima

Yakushima

El reto del viaje, nuestro principal objetivo del viaje a Japón. Una pequeña isla circular del extremo sur de Japón con un clima subtropical, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Nos cruzamos todo el país para llegar hasta esta pequeña isla ya que habíamos leído que era preciosa y mágica. No defraudó.

Subiendo al ferry que nos llevaría a la isla

Llegamos en ferry desde Kagoshima y pasamos allí tres días.
Visitamos el bosque de cedros de Yakusugi Land y el bosque de Shiratani Unsuikyo. Shiratani Unsuikyo es un precioso bosque en el que Ghibli Studios se inspiró para hacer los paisajes de la película Princesa Mononoke. Una pasada.

Primer árbol que encontramos al llegar a la isla
Torii indicador de inicio del camino del bosque Shiratani Unsuikyo 
Foto típica que te haces en los puentes de Shiratani Unsuikyo

Yakushima Forest, donde los estudios Ghibli se inspiraron para hacer los paisajes de Princesa Mononoke
También visitamos las playas de la zona este. Hay una larga playa con muchísimas olas y si sigues andando bordeando el mar puedes encontrar pequeñas calas preciosas secretas, donde no hay nadie.

Anna haciendo la vertical en la playa grande de Yakushima
Aquí las playas no tienen nombre, así que no sabemos cómo se llama cada una de ellas pero están situadas en la costa este de la isla y se puede llegar en autobús público. Hay una línea circular que conecta todos los pueblos.

Playa alborotada con muchísimas olas picando contra las rocas
Playa tranquila y de ambiente super tropical
Pequeña playa secreta entre rocas, increíble

Nuestro alojamiento en la preciosa isla fue este ryokan, Tashiro Annex. Un bonito hotel tradicional justo al lado del río, con un pequeñito onsen. Muy recomendable.

Anna posando en la cuqui habitación del ryokan esperando la ceremonia del té
Una galleta en forma de isla o una isla en forma de galleta

Habitación opción de noche
Desayunando sardinas a las siete de la mañana
Desayunando salmón a las siete y media de la mañana


Miyajima

Esta isla se llama oficialmente Itsukushima, pero se la conoce popularmente como Miyajima. Literalmente significa, ‘isla del santuario’ y es conocidísima por el santuario de Itsukushima, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y el gran torii flotante. Cuando la marea está baja puedes abrazar el torii, y cuando la marea está alta te sientas en un banquito y lo contemplas desde lejos.

Hay un montón de ciervos entre la estación de tren y el santuario, son cuquis

Anna con los bambis de Miyajima

Santuario flotante de Itsukushima

Bonito ciervo mirando el famoso torii de Miyajima desde el santuario
De vuelta al tren, parada para hacer fotito de recuerdo


Kurashiki 

Es una ciudad a medio camino entre Hiroshima y Osaka, es bastante desconocida por los turistas, pero tiene un casco histórico precioso. Nosotros paseamos por la zona histórica de Bikan y zona de los canales. Es bonito sentir que has viajado en el tiempo.

Callejeando por Kurashiki con un calor infernal y la mochila a cuestas
Paseos en canoa por el río de Kurashiki
Uno de los templos pequeñísimos de Kusashiki

Cisnes blanquísimos nadando por el canal

Nos alojamos en Dormy Inn Kurashiki. Este hotel tenía un precioso onsen en la azotea y servicio de sopa de fideos udon gratuito por la noche. Delicioso.
Onsen en la azotea del hotel
Habitación con dos camas dobles, qué lujazo
Yummy!
Vistas al pueblo desde la ventana de la habitación, nos recordó muchísimo al pueblo de Doraemon

Kamakura

Ciudad costera cercana a Tokio conocida por el templo Gokurakuji y el Daibutsu, o Gran Buda de Kamakura. Nosotros hicimos una excursión de un día desde la ciudad de Tokio y nos dió tiempo de pasear por el camino sagrado de Wakamiyaoji que lleva al santuario Tsurugaoka Hachiman, los templos y también las playas Yuigahama, Zaimokuza y Koshigoe.

Subiendo las escaleras que llevan a un templo budista que no conseguimos aprender el nombre ya no estaba indicado en ninguna guía
Anna acariciando un pequeño buda en el templo Gokurakuji 

El Gran Buda de Kamakura o Daibutsu para los amigos

Ommmm con el Gran Buda de fondo


Vistas de las playas de Kamakura desde el templo

Kobe

Ciudad portuaria y muy poblada, famosa por su carne de buey. Lo mejor que puedes hacer allí es ir al Steak Land a hacer cola para comer carne de buey increíble. Nosotros no vimos mucho más en Kobe. Hay un barrio chino bastante curioso pero en verano hace un calor bastante insoportable, así que nos volvimos al shinkansen para irnos hacia Tokio.

Divertido Totoro de peluche gigante en las calles peatonales de Kobe
Chef cocinando la carne enfrente nuestro, ¡cómo huele!


Riquísima carne de Kobe o también llamada wagyu
Y con este buen sabor de boca acaba nuestra bonita ruta por Japón. Ay, qué ganitas tenemos de volver.

Súper consejitos del día

Super importante: Antes de ir a Japón es muy aconsejable comprar el Japan Rail Pass con un mínimo de 15 días de antelación. Es un billete de tren que incluye trayectos en shinkansen y te permite moverte por todo el archipélago sin preocuparte nunca más por el transporte. Puedes utilizarlo durante varios días consecutivos y además te permite utilizar la línea de metro Yamanote en Tokio. Comodísimo.

Tren Shinkansen que nos llevaría a Nara

Por suerte o desgracia, solo hay tres ofertas de billete, y se dividen en semanas. Uno de siete días (220€), otro de catorce días (351€) y el último de veintiún días (449€). Esto en el año 2016.
Puedes comprarlo aquí online y, como te hemos dicho antes, cómpralo con quince días de antelación ya que te lo tienen que enviar, en físico por correo postal a casa. ¡Y de Japón a Barcelona hay un rato!

Segundo consejito: tarjeta Revolut para viajar, es la que mejor sale el cambio y con las comisiones más bajas. Hemos dado la vuelta al mundo sólo con esta tarjeta y estamos encantados. Si quieres saber más, tenemos este post explicando nuestra experiencia.

Esto es todo amigos, ¡a disfrutar Japón!