Christchurch, Nueva Zelanda

Guía de viaje de Nueva Zelanda

¿Estás pensando en venir a Nueva Zelanda? ¡Pues felicidades por la idea! Te vas a chupar unas horillas de vuelo, pero el destino es toda una experiencia. Eso sí, ven preparado para chuparte unas carreteras bastante rectas y lentas. Y reserva todo el tiempo que puedas, porque la isla norte es para dedicarle una semanita como mucho, pero el sur está lleno de cosas, y además, las más importantes están bastante separadas. ¿Nuestro resumen de Nueva Zelanda? Dormir como mínimo 10 días en una furgoneta mientras recorres la isla sur, leones marinos, gente vieja y hippie, unos fiordos que psé, unos glaciares que psé, algunas excursiones de un día muy puras, el espectacularísimo Tongariro Alpine Crossing, el bonico set de rodaje de Hobbiton... y una semana de calma en la insulsa Auckland.

¡Cucú! ¡Soy un hobbit y me voy a comer a la del palo!

La cultura y las personas

La gente de Nueva Zelanda es igual de chill, take it easy, relaxed and don't worry que la de Australia, pero menos hippie. A parte de algunos locales que creen que los turistas somos púrria, el resto nos ha dado la bienvenida de todo corazón.

¿Cosas curiosas con los kiwis bonitos? La primera, que un policía nos paró porque íbamos a 115 en vez de 100, y en vez de ponernos una multa, nos dió un librito muy cuqui que decía, en español, que en Nueva Zelanda el límite es de 100km/h como muchísimo. Y que su hermana trabaja en Barcelona de profesora de inglés. ¿Y la segunda? Pues en un súper queríamos comprar un plátano, y como era tan barato, no podíamos pagar con tarjeta... no llevábamos cash... y el señor nos invitó. Como nos quedamos un poco mig mig, fuimos a sacar dinero de un cajero, y volvimos para pagarlo... y el señor se negó a aceptar el dinero. ¡Que quería invitarnos a un plátano y ya! Que bienvenidos nos sentimos.

La economía y los dineros

Este punto nos sorprendió un montón: Es como si en Nueva Zelanda se hubieran propuesto dejar de usar metálico. Tan sólo lo hemos necesitado para pagar los campings del Department of Conservation, y la verdad es que te decían que si te esperabas a que llegara el ranger por la mañana, le podías pagar con tarjeta también...

A todo esto, sacamos $100 en un cajero de una ciudad perdida, y nos cobró $3 de comisión. Pero bueno, como no vamos a tener que sacar más, ¡pues tampoco duele tanto!

Consejito del día: tarjeta Revolut para viajar, es la que mejor sale el cambio y con las comisiones más bajas. Hemos dado la vuelta al mundo sólo con esta tarjeta y estamos encantados. Si quieres saber más, tenemos este post explicando nuestra experiencia.

Presupuesto

Llegar a Nueva Zelanda desde Australia nos costó 300€ en total. Y el vuelo hacia Chile, 1.091€... ¡casi nada! Bueno, es un vuelo de 11 horitas...!

Sobre el presupuesto diario que mantuvimos, en 10 días en la isla sur y 11 días de relajeo en la isla norte y Auckland nos gastamos 2.482€. Eso son 118€ al día. Y realmente son un pelín más, porque tuvimos que comprar un poco de ropa térmica, pero no lo contamos en los números que te damos porque tu traerás ropa térmica de casa, porque eres mucho más precavido que nosotros.

¡El Tongariro Alpine Crossing es gratis! Motivo suficiente para venir a Nueva Zelanda


Seguridad

La misma sensación de màxima seguridad que en Australia... ¡pero sin sus animales asesinos! En Nueva Zelanda se vive como se debería vivir en todo el mundo: sin ningún miedo. En la isla del sur hay ciclistas en todas las carreteras y nadie conduce cerca suyo como un loco, en la isla del norte todo el mundo deja las cosas en la playa y se baña sin preocuparse de que le roben... ¡primer mundo! ¡Civilización!

Idioma

En Nueva Zelanda se habla inglés, y se hacen pequeños guiños respetuosos a la lengua maorí. Pero por el resto, como la población es un poco viejuna y ranchera, se habla un inglés un poco cerrado que a nosotros a veces nos ha costado un poco de entender. No para nada serio, pero en algunas conversaciones con hosts de AirBnb, la mitad de la frase nos sonaba a licuadora estropeada.

Transporte

¡Súper importante! En Nueva Zelanda la única manera de moverse es en una furgoneta con cama por la isla sur, y en coche por la isla norte. Y cuando antes las reserves, mejor, ¡que las buenas y baratas vuelan! Nosotros a encontramos la furgo en Motor Home Republic, y el coche en la web de Budget de Nueva Zelanda. ¿Quieres más detalle? ¡Pues ahí va!

En la isla sur alquilamos un monovolumen camperizado en Spaceships, y fue una experiencia genial. Era un Toyota Estima con batería que se cargaba sola y una nevera pequeñita pero muy potente. Era de la empresa Spaceships, y ellos lo llamaban Dream Sleeper Mini. Exactamente es el que aparece en esta web. Lo alquilamos en Christchurch y lo devolvimos en el mismo sitio. Intentamos dormir casi cada noche en campings gratis, y las dos veces que no fue así, pagamos unos 15€ por cabeza por noche. El coche nos costó 556€ por diez días y nueve noches.

En la isla del sur, alquilamos el coche más barato que encontramos en Budget, y fuimos de Wellington a Auckland en coche, durmiendo en AirBnb's y un hotel normal y corriente. Era un Toyota Yaris automático, y nos costó 161€ por 5 días. Nos cobraron un plus por cogerlo en una ciudad y devolverlo en otra.

Nuestra casa portátil. ¡Y Roc!
Nuestra casita portátil bajo las estrellas en el camping del Lago Paringa


La comida

En Nueva Zelanda creemos que no saben comer. Que no os escuchen, pero no tienen mucha idea... Los restaurantes locales son rollo fish and chips, que por supuesto, hemos evitado. En cambio, le hemos dado la oportunidad a algunos restaurantes de fuera, como indios, mexicanos y malayos, y bueno... la verdad es que hemos acabado deduciendo que para comer mal y caro, nos lo cocinamos nosotros y ya está.

Así que nuestra dieta compatible con cocinar en la caravana ha sido hacer bols de cosas. Desayunábamos yogurt con avena y fruta a tope, comíamos algo caliente, como lentejas con carne o cosas así, y cenábamos un bol de espinacas, tomate, aguacate, atún, judías blancas o pintas... ¿Os habéis fijado que hay muchos ingredientes que se compran en lata? ¡Eso sí que es comida traveler friendly!

En Nueva Zelanda nadie cocinará mejor que tú

El agua

El agua del grifo es potablísima, y encima, ¡sabe bien! Así que el plan es comprar botellas, y vivir rellenándolas siempre que tengas la oportunidad: campings, gasolineras, lavabos públicos... todo el mundo cuenta con ello, así que conseguir agua potable es todo facilidades.

Sanidad

Malas noticias con el tema de la farmacia: al igual que en Australia, en Nueva Zelanda no pudimos comprar Symbicort. Los fármacos un poco especiales no se pueden comprar sin receta de un médico neozelandés. Y les comentamos que teníamos una receta de nuestro médico español, y nos dijeron que muy bien, pero que no. Así que si vienes a Nueva Zelanda, ¡trae alguna dosis de sobra!

Sobre hospitales y temas mayores, buenas noticias para nosotros y malas para tí: no lo necesitamos, así que no tenemos experiencias personales. Pero huele a que no te faltará de nada, pero te tocará pagarlo bastante caro.

Internet

Nosotros compramos la SIM de la empresa Spark en el aeropuerto de Christchurch, tal como aterramos. Spark es la antigua compañía del estado y, por lo que dicen, la que más cobertura da en zonas remotas de la isla sur. Aún así, en la zona que hay desde los fiordos hasta Arthur's Pass, pasando por los glaciares, casi no teníamos cobertura... En todo caso, no tengas miedo: a la que llegabas a un pueblo, ya tenías cobertura a tope. Pero claro, los campings gratis tienden a estar muy alejados de las zonas urbanas.

Sobre el precio, está un poco caro en comparación con el resto del viaje. Nosotros pagamos $34 (20€) por 4 gigas durante un mes y tráfico de Spotify ilimitado. Relativamente caro por lo que estábamos pagando el resto del viaje, pero tampoco una locura impagable.

Visados

No hace falta visado, pero necesitas haber comprado el vuelo de salida. Para nosotros fue un poco rollo, porque el siguiente vuelo era el que iba hacia Chile, y hubiera estado bien poderlo improvisar un poco... pero bueno. En todo caso, que sepas que a nosotros nos preguntaron si lo teníamos, pero no nos pidieron que lo enseñáramos. En la frontera son muy del buen rollo.

... ¡pero no te la juegues!

Otra cosa súper importante: no podréis entrar nada de comida en Nueva Zelanda. Te piden que declares toda la comida o que te multarán con $400. Nosotros llevábamos un par de plátanos y unos huevos duros, los declaramos, y nos lo tiraron todo a la basura. Habiéndolo sabido de antemano, no habríamos llevado nada y no habríamos hecho la larga cola para declararlo... aunque... más cosas raras: si traéis zapatillas de montaña, cosa muy normal en un destino tan montañero, puede ser que os analizen la suela si tiene muchos rastros de arena. Si podéis, pasadle el cepillo antes de venir. Que freak, no...?

La ruta

Nuestro plan fue el siguiente:

10 días en la isla Sur. Aterrizamos en Christchurch, recogimos la furgoneta tal como aterrizamos, y ya nos dirigimos hacia el sur. Casi siempre dormimos en campings gratis, y las dos noches que no, pagamos unos 10€ por persona.

Al devolver la furgoneta de nuevo en Christchurch, volamos hacia Wellington, y alquilamos un coche 6 días. Nos quedamos a dormir una noche cerca de Wellington, tres en Ohakune para hacer el Tongariro Alpine Crossing y descansar, y la última en Té Aroha tras ir al set de rodaje de Hobbiton.

Y tras devolver el coche en Auckland, nos quedamos en un Airbnb una semana entera, disfrutando del placer de no deshacer y rehacer la mochila en mucho tiempo. ¡Oh! ¡Y plantear nuestro viaje a Chile!

Si quieres copiarnos la ruta, alarga un poco en la isla sur, y acorta mucho en Auckland. De hecho, si devuelves el coche en el auropuerto de Auckland y ya vuelves a casa desde ahí, no te vas a perder la ciudad de tus sueños. Y si alargas en la isla sur, te chuparás menos horas de conducir al día, y podrás hacer más excursioncillas, que hay muchas. Aunque dormir en una furgoneta cansa un poco, tampoco le dediques más de dos semanas si no eres alguien muy fan de dormir con el techo cerca.

¿Volveríamos?

No, pero porque no hay mucho más que ver. A lo mejor podríamos haber pasado más tiempo en la isla sur, haciendo más excursiones, pero... en principio, estando en Chile, si quisiéramos un destino más montañero iríamos a hacer rutas bestiales por la Patagonia. Además, ¡queda más cerca de nuestra peninsulita! En todo caso, si tuviéramos que compararlo con algo, Nueva Zelanda nos ha recordado a  Australia pero con mucha más naturaleza, y todo más fácil.

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Este post lo empezamos a escribir en Christchurch, Nueva Zelanda

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