George Town, Penang, Malasia

No contrates el seguro médico del RACC

Qué palo tener que hablar tan mal de una empresa tan enorme como el RACC...

Contratemos un seguro por si las moscas: La ideaca que tuvimos el 20 de diciembre del 2017 👏

Ya con los billetes hacia Cape Town en la mano, decidimos ir a hacernos un par de seguros médicos internacionales, por aquello de "y si pasa algo", y sobretodo, para que nuestra familia estuviera más tranquila. Ya sabéis, que tus niños se vayan a dar la vuelta al mundo "no es como si se van a Badalona", y qué hay más bonito que un padre durmiendo como un bebé mientras tú estás en la otra parte del mundo negociando el precio del tuktuk con un señor que come bettel nuts por la mañana y mastica khat por la tarde.

Tras ir a una oficina del RACC, nos convencieron de que contratáramos el seguro más completo que ofrecen: seguro anual renovable y con cobertura mundial: 1.031 euritos de nada. Un precio a la par con las espectativas que nos crearon: altas, muy altas. "Estamos contratando a los mejores", pensamos, incrédulos. En la oficina nos prometieron que si pasaba algo urgente, que fuéramos a un médico y que pasáramos factura para que nos devolvieran el gasto, mientras que si teníamos algo menos urgente, que mandáramos un email y que nos dirían a qué hospital ir.

Pues bien, ha sido un fracaso. Para nada del mundo os recomendamos que contratéis un seguro de viaje, y aún menos, el del RACC. Antes, cortaros una pierna, saltad desde un séptimo piso o algo así.

Un detalle divertido: hemos empezado a escribir este post mientras hablábamos por teléfono con el RACC para que nos dijeran a qué hospital ir. Ahora estamos esperando a que haya un médico libre para que nos llame y nos diga que si a Anna le duele la oreja es mejor que vaya al hospital. Y seguramente terminaré de escribir este post y aún estaremos esperando la llamada del RACC. Son la 1:42 de la madrugada en George Town, Malasia, y aquí estamos, esperando una llamada.

Bueno... os comentamos qué tal ha ido cada vez que hemos necesitado la ayuda del RACC, historia a historia. Empezamos por Malasia, seguimos con Etiopía, y cerramos con India. Lo vamos a intentar resumir, pero ya de entrada, os pedimos perdón por la turra.

George Town, Malasia: ¿otitis?

5 de julio del 2018

Esta es la historia más triste hasta la fecha. A Anna le duele mucho, mucho mucho mucho, el oído. Los últimos tres días en Sri Lanka nos los hemos pasado en remojo, cuando no en el mar, en la piscina del hotel. A Anna le ha empezado a doler mucho un oído, y dice Internet que puede ser otitis... pero como el rollo Yahoo Respuestas no nos va, decidimos escribir al RACC para que nos digan a qué hospital ir.

Nos comentan que nos tienen que llamar. Mala suerte, porque Pepephone dió de baja nuestras SIM porque han cambiado de operador intermedio y otras historias técnicas, y no tenemos un teléfono al que llamarnos. Les comentamos que nos llamen por Whatsapp, Telegram o Skype, y nos dicen que no, porque el protocolo del RACC exige que sea una llamada tradicional de las de los años 90.

Como Anna se moría de dolor, no teníamos teléfono y la cosa pintaba muy bloqueada, le pedimos a mi padre que fuera a una oficina del RACC a pedirles en persona que por favor, nos dijeran a qué hospital ir. Una vez ahí, mi padre me llamó por Whatsapp y hablé con el comercial de la oficina. Me dijo lo mismo que nos dijeron sus compañeros por email: que teníamos que hacer una llamada normal, telefónica. Estaba hablando con él, por teléfono, pero fuera del protocolo: ¡qué locos!

Al final, llegamos a la conclusión de que el RACC llamara a la recepción de nuestro hotel, que por suerte no era un móvil de alguien como sucede en algunas guesthouse cutres o albergues a los que vamos, y nos pudieron pasar la llamada a la habitación. Desde que mandamos el primer email hasta que nos llamaron pasaron unas tres horas. Tras todo esto, el RACC por fin habló con Anna.

Y le dijo que en esos momentos no había médicos disponibles, y que ya llamarían más tarde. ¡Enorme!

Al final, no nos llamó ningún médico, sinó el comercial con el que ya había hablado anteriormente por llamada de Whatsapp. Le soltamos una bronca a la altura de la indignación que llevábamos encima, nos colgó, y terminó llegando un email con las instrucciones a seguir para, por fin, poder visitar al médico.

Por suerte, la aventura terminó bien. Al día siguiente, en el hospital de George Town, nos atendió un médico. La gestión, al final, no fue con el RACC, sinó con una empresa de seguros asiática. ¿Será la razón por la que fue tan bien? Quién sabe.

Lalibela, Etiopía: ¿malaria?

4 de mayo del 2018

Este hilo ha crecido tanto, que le hemos dedicado un post a parte. El resumen: fuimos a médico en Lalibela para que le hicieran el test de la malaria a Roc. El recibo fue un papel. Tuvimos que pagar 21€. 5 meses más tarde, aún nos estamos intercambiando emails con el RACC para que nos abonen esos 21€ que avanzamos. El detalle, en este post.

Varanasi, India: más fiebre

9 de junio del 2018

Esta historia es más feliz. Como lo de ir al médico y pasar el recibo luego fue mala idea en Etiopía, esta vez no nos la jugamos y en vez de ir al hospital, mandamos un email al RACC explicando que Roc hacía dos días que tenía fiebre, que queremos ir al hospital, y les mandamos el número de póliza para agilizarlo todo, que no tengan que buscar "Roc Boronat" en el sistema. Nos contestan, diciéndonos que necesitan el DNI. Estamos en 2018, con móviles con más fuerza de cálculo que ordenadores que antes ocupaban una habitación entera, pero el RACC no puede encontrar mi DNI teniendo mi nombre y apellidos y mi número de póliza.

Al final, al día siguiente, volamos a Kerala, y la fiebre no nos siguió. El tema quedó abierto, yo me curé mágicamente, y alegría. En resumen, otro día que RACC pone pegas para ayudarnos, a ver si el chico se cura solo y no hace falta soltar un duro.

Conclusión

Si eres de los que cuando se encuentran mal no tienen ganas de pelearse, no te hagas del RACC. Si eres de los que sí que tiene ganas pero le da miedo tener que soltar una pasta, tampoco te hagas del RACC, y en general, de ningún seguro médico. Si no estás en Estados Unidos, una visita al hospital no vale lo que vale el seguro, así que es un mal negocio, y de momento, podemos decir que aunque pasen los meses, al RACC le cuesta muchísimo pagar nuestros costes médicos, aunque sean 21 tristes euros.

💩




Este post lo empezamos a escribir en George Town, Penang, Malasia

4 comentarios:

  1. Vaya telita... Em sap greu Roc, espero que no sigui res lo de l'Anna. A la merda el RACC, seguirem el teu consell. Petooons!

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  2. Me n'alegro, sigui qui siguis! :·D

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  3. Tenéis pinta de pijos consentidos, con todo el tiempo del mundo para escribir estás patochadas. No me fío un pimiento de vuestras críticas, seguro que son por falta de info vuestra.

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    1. ¡Hola, crítico desconfiado! No podemos evitar notar que nos ves como pijos consentidos con un exceso de tiempo libre para dedicarnos a escribir tonterías. Pero déjanos asegurarte nos hemos aventurado en el mundo real y hemos enfrentado situaciones desafiantes, como quedarnos sin batería en nuestros queridos teléfonos inteligentes o tener que esperar más de diez minutos para que nos sirvan nuestro café de soja con leche de almendras.

      No esperamos que tomes nuestras críticas al pie de la letra, pero nos gusta compartir nuestras vivencias para ayudar a los demás. Así que, aunque no nos tomes demasiado en serio, te invitamos a disfrutar de nuestras extravagantes vivencias y a recordar que incluso los pijos consentidos pueden tener momentos difíciles. ¡Esperamos haber sacado una sonrisa de tus labios y haber suavizado un poco tu escepticismo!

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