Kizimkazi, Zanzíbar, Tanzania

Transportes para dar la vuelta al mundo

Seguro que nunca habías pensado en ello, pero una de las cosas más importantes para dar la vuelta al mundo son los métodos de transporte. El mundo es muy, muy grande. Como dijo el padre de Roc, "això no és com anar-se'n a Badalona, eh?". Nuestra vida en Barcelona es nuestra scooter, el metro, el autobús para los yayos, y el taxi para los pijos. Pero en el mundo no hay nada de eso. Y en algunos sitios, tristemente, tampoco hay ni pijos ni yayos.

Al igual que Christopher Boone, nos encantan las listas, así que te regalamos una con todos los transportes que hemos ido cogiendo durante nuestra vueltecita al mundo. A parte de las ganas de compartir que tenemos, cada día vamos aprendiendo cositas que marcan la diferencia entre ser un turista, un viajero o un explorador. Nosotros no sabemos muy bien qué somos, pero la frase queda que flipas.

Furgoneta viejirri / Minibus / Matatu

En todos y cada uno de los países africanos que hemos visitado hay este tipo de furgonetas viejirris que son indignantemente baratas y van a petar de gente.

En ellas va un conductor y un ayudante. El conductor sólo se dedica a conducir, y hemos aprendido que no tiene ni voz ni voto para negociar el precio. Los dineros los gestiona el ayudante: un chico que va en la puerta lateral, chillando por la ventana el destino de la furgoneta. Cuando alguien quiere subirse a la furgoneta, le hace una señal al ayudante, este da un golpe a la chapa de la furgo, y el conductor entiende que tiene que parar. Entonces, el ayudante abre la puerta, el nuevo viajero se acomoda como puede dentro de la furgo, el ayudante da dos golpes a la chapa, la furgoneta vuelve a arrancar, y se cierra la puerta. Una pequeña aventura que al principio da un poco de cosica, pero que después se vuelve rutina.

Tienes que saber que de la riqueza del país depende que la furgoneta esté rebentada, oxidada, hecha polvo, o las tres cosas a la vez. De ello también depende la comodidad que puedes esperar, si vas a compartir espacio sólo con personas o también con animales o mobiliario...

El método de pago, por decirlo de algún modo, también es curioso. Tú dices dónde vas, te dicen que guay, subes a la furgoneta, y ya pagarás cuando te lo pidan. Si das un billete grande, no te darán el cambio inmediatamente, sinó que van a intentar conseguir billetes pequeños a través de la gente que vaya subiendo, y cuando tengan suficientemente cambio, te avisarán y te lo darán. Si tu piel no es africana, puede pasar que tengas que recordar que te deben el cambio antes de bajar, pero te lo acabarán dando.

Sobre precios inflados para turista, hemos tenido bastantes experiencias. En Malaui fue bastante mala. Siempre teníamos que preguntar a los locales cuánto valía ir de un sitio a otro, y nos arrepentimos de no preguntarlo más. En cambio, en Kenia, nos subíamos al matatu, dábamos un billete pequeño, y ya nos devolverán el cambio, sin saber demasiado sobre el precio. Y siempre recibíamos una grata sorpresa. En todo caso, para que te hagas una idea, un viaje en matatu tiene a valer el billete más pequeño de la moneda de ese país. O como un par de botellas de agua.

Un último tema importante: la velocidad. Aunque Google Maps te diga que vas a tardar una horita en hacer esos 100 kilómetros que tienes pensados para hoy, cuenta con que ni las carreteras ni los vehículos son como los de tu país. Así que cuenta que vas a hacer unos 40 km/h de media, ya que la velocidad punta del matatu son unos 60 km/h, pero va a ir parando cada dos por tres a recoger o dejar pasajeros.

Este es el mejor matatu al que nos hemos subido. Imagina los otros.

Motocicleta / Pickypicky

La versión barata de un taxi privado. El mundo está lleno de gente con motos que se ofrece a llevarte. Al igual que un matatu, valen un par de botellas de agua, lo que al ser un vehículo privado, harás muchos menos kilómetros. Son para moverse por la ciudad. Las encontrarás en cualquier esquina de la ciudad o esperándote a que te bajes del matatu o el autocar. Son súper cómodas, ya que cuentan con unos apoyos para los piés enormes, y además, como es muy probable que no vayas a llevar casco, vas a sentir el viento en la cara, que siempre es agradable.

Aunque el precio tiene que ser súper bajo, coméntalo antes de subirte a la moto. Si sois dos personas, puede que os lleven en una sola moto o, si lleváis un mochilote, que llamen a algún colegui y que al final, cada uno vaya en una moto. Será cómodo, porque como están acostumbrados a ir tres en una moto, la mochila quedará super bien apoyadita en el portaequipajes.

¡Oh! Te estás preocupando sobre el tema de no usar casco. Eso demuestra que eres una persona crítica, y nos alegra que pese a eso, estés leyendo este blog en concreto y no alguna delicia de las que hay por la red. Pues bueno, nosotros hemos abusado bastante de las motos, y ya nos hemos relajado con el tema del casco. Al final, los conductores no llevan casco y tampoco es que corran mucho...

Sin casco y grabando con el móvil. Inténtalo en Barcelona.


Tuk-tuk

El siguiente peldaño en la cadena evolutiva del transporte privado pero humilde. Los tuk-tuk son triciclos con un motor de ciclomotor, que van a 45 km/h en velocidad punta, y que sirven para ir de un sitio a otro dentro de la ciudad. En teoría sólo puede llevar tres pasajeros, pero los hemos visto con cuatro. El cuarto iba delante, apretado al lado del conductor. Si es que no cabemos todos porque no queremos...!

Los tuk-tuk no son tan, tan baratos como los matatu o las motos. A lo mejor es que no lo sabemos negociar muy bien, pero si ir en moto vale unas dos botellas de agua por persona, ir en tuk-tuk vale ocho botellas de agua. ¿Nunca habías usado las botellas de agua como moneda de cambio, eh? Pues vete al súper porque a partir de este post, van a ser el nuevo bitcoin.

Un tuk-tuk en Mombasa, Kenia

Autobús Hop-on Hop-off

Lo vimos por primera vez en Sudáfrica, y también por última. Pero se ve que no es algo tan extraño. Estos autobuses ofrecen transporte entre varios pueblos o ciudades, y se particularizan en que tú compras un ticket para ir a un sitio súper lejano, pero puedes bajarte del autobús en cada uno de los pueblos que hay hasta tu destino, y volver a subir otro día. Por ejemplo, nosotros compramos el ticket de Cape Town a Port Elizabeth, que están separados por 755 bellos kilómetros, pero estuvimos un mes entero para hacer el trayecto, y visitamos 12 pueblos por el camino.

Es un modo muy cómodo de viajar si no tienes prisa, porque la única preocupación que tienes es la de reservar el bus para el día siguiente cuando ya tienes suficiente del sitio dónde estás.

Nuestro primer día de BazBus, el bus hop-on hop-off de Sudáfrica

Autocar

Un modo barato de viajar grandes distancias por tierra. En el mundo hemos visto todo tipos de lujos y de disgustos, geniales aires acondicionados y pequeños infiernos con ruedas, cómodos y mullidos asientos reclinables y duros y viejos asientos que antaño fueron reclinables, y ahora son, símplemente, reclinados. En India, en un autocar nocturno, fuimos en una cama doble, con una puerta para cerrarla y todo, increíble.

Además, siempre siempre cuestan relativamente poco. Para cubrir grandes distancias, estés en el país dónde estés, la opción del autocar será, seguro, la más barata. Así que si no tienes ni idea de cómo llegar a un sitio, busca en Google como ir desde aquí hasta ahí en bus.

Atención: las estaciones de autobús acostumbran a ser un percal. Hay muchísimo bullicio, y en depende de qué países, hay gente que hace como de comercial y te invita a subir a su autocar y no al de la competencia. Antes de ir a la estación de autobuses, infórmate bien. Lo mejor siempre es preguntar a alguien local: al equipo del hotel, al camarero del restaurante, a tu peluquero...

Nuestro autocar de Dar es Salaam a Arusha. 14 horitas de nada.

Taxi

Conoces bien los taxis de tu ciudad, pero el mundo es un sitio muy peligroso dónde no existen los taxímetros. El taxi es el modo más cómodo de ir a cualquier sitio, pero tendrás que negociar el precio previamente. El consejo de siempre: habla con alguien local: al equipo del hotel, al camarero del restaurante, a tu peluquero...

Una vez te hayas subido al taxi, empieza la fiesta: los taxistas lo saben todo y están super orgullosos de saberlo. Así que si preguntas, para ellos será un placer contestarte.

"This car is protected by the blood of Jesus". Muy fresco.

Conductor privado

La versión de tener un taxi para tí durante todo el día. Si conoces un taxista que te cae bien, puedes proponerle que esté todo el día contigo. "Oye, quedamos mañana en la puerta del hotel, nos vamos a la montaña, la subes con nosotros, y vuelves con nosotros, ¿te parece?". Nosotros lo hicimos una vez en Malaui, y fue una experiencia genial. Además de taxi, tienes guía, y además, colaboras con la comunidad local, que lo necesita.

Coche alquilado

A veces, no queda más remedio que alquilar un coche. Y que no te limite la idea del papeleo: también puedes alquilarlo a particulares. En nuestro ejemplo, le preguntamos al conserje del hotel si sabía dónde podíamos alquilar un coche. Llamó a un amigo, y en diez minutos ya teníamos un Vitara esperándonos por $25 al día.

En la civilización, con tu carnet de conducir internacional será suficiente. Pero en algunos sitios, como en Zanzíbar, tendrás que pagar para que te hagan una licencia especial. En algunos países es normal tener que sobornar a la policía cuando te para en un control. ¿Qué ha hecho Zanzíbar? ¿Terminar con la corrupción de los policías? Claro que no. La policía te vende la licencia, que es un modo mucho más polite que sacarte la pasta.

El 4x4 que alquilamos para explorar Zanzíbar

Tren

El mundo, ese sitio tan peligroso, está lleno de trenes que recorren grandísimas distancias. Vías que antaño sirvieron para unir países con trenes mercantiles son usadas hoy en día por nuevos trenes de pasajeros relativamente cómodos. Alucina: los dos primeros trenes que hemos usado, en África, eran de fabricación china, eran nuevos, y estupendos. ¡Oh! Y baratos.

La parte difícil de viajar en tren es informarse de dónde salen y a dónde llegan. Nosotros nos hemos enterado dos veces de que podíamos llegar a nuestro destino en tren al último momento. No hemos encontrado un mapa con todos los trenes largos del mundo. Si lo encuentras tú, por favor, ¡mándanos el link! Porque nos estamos aficionando mucho a viajar en tren.

El tren Tazara, dónde nos pasamos 51 horitas para ir de Zambia a Tanzania

Avión

Si vas a hacer distancias largas y saltarte países, no te queda otra. Pero si estás leyendo este blog es que ya has volado algunas veces. Ya sabes lo que es un avión: lo de las alas que se levanta y va muy, muy rápido. Genial. ¿Algo nuevo sobre los aviones?

Pues que hay países dónde los aviones domésticos, dentro del mismo país, son súper baratos. Lo vivimos el 2017 en Indonesia, y lo hemos vuelto a vivir el 2018 en Kenia. Un vuelo de 100 kilómetros, que en matatu habrían sido unas 7 horas por culpa del estado de las carreteras, ha costado 18€ por cabeza y nos ha ofrecido unas vistas de escándalo. No es tan romántico como pasarte una eternidad en un matatu, compartiendo espacio y sudando por todos y cada uno de los poros de tu cuerpo, pero tiene su qué.

¿Preparado para un vuelo de 18€?


Esperamos que este post te haya quitado miedos. Recuerda que escribimos en base a nuestra opinión, así que si alguna vez te pasa algo fatal dentro de un matatu, te caes de la moto sin casco, descarrila el tren o cae el avión, a nosotros no nos busquéis. Insistimos: nuestro consejo es quedarse siempre en casa o en la oficina, con el ordenador, programando o haciendo dibujitos. Si sucede algún desastre y crees que somos responsables, en la página del diario podrás saber dónde estamos. Eso sí, ven de buenas, que seguro que no fue para tanto y podemos echarnos unas risas.



Este post lo empezamos a escribir en Kizimkazi, Zanzíbar, Tanzania

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