Si estás pensando en dar la vuelta al mundo o en hacer un viaje largo, seguro que te habrás preguntado qué meter en tu mochila. Si además eres un friki de los numeritos como Roc, querrás saber cuánto pesan las mochilas, y de qué volumen son. ¿Y quienes somos nosotros para negarte tal regalo?
Lo primero que debes saber: si vas a comprar una mochila nueva, ten en cuenta que lo mejor es que la mochila no sólo se abra por arriba, sino que se abra totalmente, como una mochila de deporte. Cuando cambias de casa cada día, acabas harto de deshacer la mochila y volverla a hacer, así que lo que intentas es toquetearla lo menos posible. Y es mucho más fácil si la mochila se abre totalmente, porque todo se vuelve mucho más accesible.
Otro consejín: en internet vemos que hay mucha gente que lleva dos mochilas, una grande y una pequeña. Nosotros también lo hacemos, porque es muy práctico tener mochilas pequeñas para hacer excursiones y llevar agua y comida a cholón. Pero quédate con el detalle: compra las mochilas de modo que una se pueda meter dentro de la otra. Cuando estás en un lugar incómodo, rodeado de desconocidos, te alegra tener sólo un bulto del que preocuparte. Nosotros compramos un par de Forclaz 20 Air. Costaron 12€ en el Decathlon, y está a la altura de otras mochilas mucho más pijas de marcas especializadas.
Por último: nunca nos separamos de nuestras riñoneras. En ellas llevamos pasaporte, cartera, y móvil. Además, Roc lleva el symbicort, y el segundo móvil que hace las veces de router. Anna, lleva clips, auriculares, un imperdible, palillos para quitarnos los paluegos, un paracetamol, una crema para las picaduras de mosquito, un tampón, un boli y una goma de pelo. Casi nada.
El neceser de Anna
El neceser se compone de dos meras bolsas de plástico de congelación. En el inicio llevaba un neceser transparente pero se rompió al primer mes. Las bolsas ocupan poco, sirven para pasar los controles de seguridad en los aeropuertos y son impermeables. Si se rompen, las cambias y ¡neceser nuevo!
Lo primero que debes saber: si vas a comprar una mochila nueva, ten en cuenta que lo mejor es que la mochila no sólo se abra por arriba, sino que se abra totalmente, como una mochila de deporte. Cuando cambias de casa cada día, acabas harto de deshacer la mochila y volverla a hacer, así que lo que intentas es toquetearla lo menos posible. Y es mucho más fácil si la mochila se abre totalmente, porque todo se vuelve mucho más accesible.
Otro consejín: en internet vemos que hay mucha gente que lleva dos mochilas, una grande y una pequeña. Nosotros también lo hacemos, porque es muy práctico tener mochilas pequeñas para hacer excursiones y llevar agua y comida a cholón. Pero quédate con el detalle: compra las mochilas de modo que una se pueda meter dentro de la otra. Cuando estás en un lugar incómodo, rodeado de desconocidos, te alegra tener sólo un bulto del que preocuparte. Nosotros compramos un par de Forclaz 20 Air. Costaron 12€ en el Decathlon, y está a la altura de otras mochilas mucho más pijas de marcas especializadas.
Por último: nunca nos separamos de nuestras riñoneras. En ellas llevamos pasaporte, cartera, y móvil. Además, Roc lleva el symbicort, y el segundo móvil que hace las veces de router. Anna, lleva clips, auriculares, un imperdible, palillos para quitarnos los paluegos, un paracetamol, una crema para las picaduras de mosquito, un tampón, un boli y una goma de pelo. Casi nada.
La mochila de Anna
La mochila de Anna es una estupenda Lowe Alpine de 45 litros, ampliable a 55. Se abre por arriba y por un lateral. En su día costó 140€ en el Corte Inglés de Barcelona, pero también la podéis comprar en Amazon. Cuando salimos de Barcelona, la mochila pesaba 8,3 kg en total.-
Tres camisetas de manga corta
Tres camisetas top de tirantes
Unos pantalones tejanos cortos
Un vestido
Un mono
Unas mallas cortas
Unas mallas largas
Un tricot finito de manga larga
Un polar
Dos sujetadores de deporte, elásticos y sin aros
Ocho tangas, que ocupan poquísimo
Unas braguitas
Tres pares de calcetines
Un bikini
Unas zapatillas de running
Unas sandalias de trekking
Unas chanclas de playa
Una toalla
Chubasquero
Funda de mochila para la lluvia
Gorra
Gafas de sol
Portátil y su cargador
Tableta gráfica
Un cargador de móvil
Botiquín
Neceser, abajo más detallado
Repelente de mosquitos en crema
Una almohada confiscada del primer vuelo
Una almohada hinchable de estas que van en el cuello
Pañuelos de papel
Un boli
Anna es feliz con su mochila | La Lowe Alpine de 45 litros y los pieses de Anna |
El neceser de Anna
El neceser se compone de dos meras bolsas de plástico de congelación. En el inicio llevaba un neceser transparente pero se rompió al primer mes. Las bolsas ocupan poco, sirven para pasar los controles de seguridad en los aeropuertos y son impermeables. Si se rompen, las cambias y ¡neceser nuevo!
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Un desodorante
Dos botes de 100ml de crema hidratante
Tres cuchillas de depilación desechables
Una cuchilla de depilar buena, sólo la cuchilla
Unas pinzas
Un cortauñas
Una colonia, que cuando se acabe no se repondrá
Un cepillo plegable con espejo
Algún palillo para las orejas
Una copa menstrual con su cajita para hervirla en el micro
Un par de tapones para los oídos
Dos imperdibles
Pasta de dientes
Cepillo de dientes
Una bolsa de tampones por si son muy caros en algún país
Anna es mochilera y presumida a la vez | Anna lleva algodón para parar un tren |
La mochila de Roc
Roc lleva un mochilote de 60 litracos del Decathlon. Lo guay de esta mochila es que no sólo se abre por arriba, sino también a lo largo, como una mochila de deporte. En su día costó 50€, pero ahora flipamos, porque ha bajado a 30€. Si vais a por una, comprad cinco más, porque a partir de este post, su valor va a ir a la alza. Al llegar al aeropuerto, la mochila pesaba 9,7 kg.-
Tres camisetas de algodón
Una camiseta de deporte
Un polar
Unos pantalones cortos que se secan rápido
Unos pantalones de montaña largos, convertibles a cortos
Dos calzoncillos normales y uno de deporte
Tres pares de calcetines
Chubasquero
Funda de mochila para la lluvia
Gorra
Gafas de sol
Un bañador
Una toalla
Unas zapatillas de running
Unas sandalias de trekking
Unas chanclas de piscina
Portátil y su cargador
Libro electrónico
Una batería externa
Convertidor internacional de enchufes de corriente
Cargador para cargar 3 móviles a la vez
Auriculares
Desodorante
Champú
Neceser
Un candado
Rollo de papel de váter para las emergencias
Botiquín
Repelente fuerte de mosquitos
Crema solar
Un boli
Roc es feliz con su mochila | La vida moderna es llevar una mochila dentro de la mochila |
Pequeñas cosas de utilidad infinita
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Un jack de audio doble para escuchar la película de un móvil en dos pares de auriculares. Pensarás ¿bueno, que se bajen la peli cada uno en su móvil y ya, no? Nope. En el mundo, bajarse una película está considerado lujo mayor. Así que imagina bajártela dos veces. Bueno, ¿pues la copias de un móvil a otro y ya, no? Se lo comentaremos a los de Netflix a ver qué dicen.
Bolsas de congelación impermeables para proteger nuestros amados pasaportes y móviles de las inclemencias del tiempo y de las Cataratas Victoria. No valen nada, no pesan nada, no ocupan nada, pero te salvan el culo. Además, es difícil encontrarlas súper buenas. Nosotros encontramos unas de doble cierre en Malawi que son geniales. Fue lo mejor de Malawi.
Un móvil cutre para compartir la conexión a internet. Llegas a un nuevo país, compras una SIM, la metes en tu móvil cutre, y compartes los datos a vuestros flamantes móviles personales y ordenadores. Sólo pagas una vez, y así compartís una cosa más, que ¿hay algo más bonito que eso?
Un cable HDMI. Vas a estar mucho tiempo sin casa, pero no vas a vivir mucho tiempo sin Netflix. Así que consigue un cable HDMI sencillito, y a darle uso a las televisiones de los hoteles. Te preguntabas quién encendía la tele durante las vacaciones, ¿verdad? Pues ahora ya tienes la respuesta: tú.
Los botiquines
En este punto le dedicamos más esfuerzo y ganas que al resto de la mochila, porque da cosita quedarse tirado por el mundo sin depende qué fármacos. Tras cinco meses de viaje, sólo hemos usado un par de frenadols, medio gelocatil y betadine. Pero te ponemos la lista de cosas para que te asustes un poco. Va a parecer que nos patrocine la indústria farmacéutica, pero no lo hace. Pero ey, industria multimillonaria, si os lo repensáis, ¡poneros en contacto con nosotros!
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Lariam para seis meses. La idea es que tienes que dejar de tomarlo a los 4 meses para dejar descansar a tu hígado, pero si el viaje es lo suficientemente largo, mejor tomar precauciones. Por si no lo conoces, el Lariam es un fármaco para prevenir y tratar la malaria, a quién le dedicamos este post.
Amoxicilina: un antibiótico general. Tras viajar un poco, hemos descubierto que en el tercer mundo se toman bastante a cachondeo lo de no abusar de los antibióticos, así que es fácil conseguirlos. Pero por si acaso, trae amoxicilina o similar.
Betadine en gel: ya sabes, iodopovidona. Para desinfectarnos algún cortecito, una rascadita, o preparar la zona que vamos a operar junto al equipo de cirujanos que guardamos dentro de la mochila.
Urbason: Un antiinflamatorio que puede usar Anna. Anna tiene alergia a los AINES, así que no le vale cualquier antiinflamatorio. ¡Nos ha salido fina!
Cefadróxilo, Lactoflora y Cranberry: antibióticos y preventivos para la infección de orina.
Bilaxten: antihistamínico para solventar nuestras alergias al mundo
Symbicort y Ventolín. Roc es asmático. Nadie es perfecto. Bueno, lo de Roc es más que imperfección, porque tiene los pies planos, le sobra un diente de leche, era miope, astigmático y estrábico... y tiene unas ideas...
Frenadol, para cortar rápido algún catarro venidero.
Paracetamol: trae alguno, pero es fácil de conseguir en todo el mundo.
Aspirina: trae alguna, pero las tiendas del universo está llenas de ellas.
Y si has llegado hasta aquí, ¡vuelve de nuevo a las guías de viaje, que tenemos más cosas que contar!
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